A 25 años de su muerte, esta Langosta no podía, en esa paradójica manía que se carga, dejar de celebrar su memoria, no su partida.Si Cortázar viera esto, igual se volvía a morir, pero ese es el problema de volverse gran figura, gran maestro de generaciones.
Ese, entre muchos otros.
Ah, sí, con esto inauguramos la sección de Wallpapers.

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